En el área del hammam se entrecruzan el calor que proviene del baño turco con el de la sala de vapor de aromoterapia, y el de la sauna seca finlandesa, entremezclándose con los vapores minerales que se elevan del jacuzzi de agua oceánica, bombeada diariamente de un pozo sulfuroso a noventa y cinco pies bajo la playa. Es un área perfecta para relajarse y reconectarse con la tradiciones ancestrales.